En un mundo lleno de expectativas y etiquetas, es común sentir la presión de encajar en ciertos estándares. Sin embargo, es crucial enfrentar estas expectativas y encontrar nuestra propia voz y propósito. Esto implica entender a quién queremos llegar, mezclar nuestra esencia con nuestros roles y objetivos, y no permitir que nuestras diferencias se perciban como debilidades. Mi experiencia personal en este viaje se detalla en mi próximo libro, donde comparto los desafíos y las victorias de encontrar y abrazar mi autenticidad.
“Para ser la mejor ingeniero tienes que tener un postgrado”.
“Para ser la mejor Gerente debes ser workaholic”.
“Para que respeten tu posición de liderazgo debes vestir sin llamar la atención”.
¿Por qué siempre tienes que estar bien peinada?
¡Eres muy joven para ese cargo!
En mi caso, no ha sido distinto. Por años y décadas, desde el colegio, pasando por la universidad, el mundo corporativo y luego como emprendedora, escuchaba cosas como: “debes hacer esto…”, “debes evitar esto otro…”. Buscando que nos acostumbramos a que nos digan cómo se supone que debemos ser, comportarnos y desempeñarnos en nuestros distintos roles.
La cuestión está en la decisión que tomemos para lidiar con una sociedad llena de expectativas, poca tolerancia y un camión interminable de etiquetas. En mi caso, les comparto las siguientes:
Tenemos referencias, modelos a seguir, mentores y jefes que esperan de nosotros un estilo de liderazgo distinto, un cómo antes del qué. Y ahí, tenemos el gran reto de definir nuestra voz, establecer nuestros propios estándares y asumir la responsabilidad de que el desempeño de nuestras funciones, roles y cargos siguiendo nuestra personalidad, estilo y esencia es la manera de ser feliz cumpliendo el deber y los objetivos que necesitamos entregar.
Todo lo que es distinto, llama la atención y probablemente será sujeto de críticas, de burlas y comentarios negativos. Sin embargo, la diferenciación es la primera parte nada más, está en nuestra manos darle una connotación funcional y engranada con nuestros objetivos para que podamos entregar valor mientras nos aceptamos, nos valoramos y resaltamos precisamente eso que nos hace diferentes.
¡Que nuestro diferenciador no sea una debilidad! Todo lo contrario, que se convierta en ese toque que hace única a nuestra propuesta de valor profesional y personal.
En mi experiencia, este proceso duró muchos años y con impactos fuertes, encontronazos con el sistema y sobre todo, batallas con pérdidas… pero la guerra la gané al final… ¡y te lo cuento en mi libro!
Checa más información sobre nuestro lanzamiento aquí: ToSellMore.com/libro
Fomentar una cultura de innovación es esencial para mantenerse competitivo en un mundo empresarial dinámico. Desde establecer una visión clara hasta incentivar la creatividad en
La transformación digital no se trata solo de adoptar tecnologías, sino de transformar completamente la manera en que hacemos negocios.
